Hay diversos tipos de pelo de mujer. Una plancha puede ir genial para para pelo corto, pero para una melena larga quizá va mejor una con placas anchas.
En este artículo voy a explicarte cómo elegir una plancha de pelo para cada caso.
Tipos de placas
Podrás encontrar planchas con 2 tipos de placas:
- Placas fijas: su gran ventaja es el precio, y es por eso que son las más usadas por las planchas económicas. También requieren menos presión para conseguir el alisado, aunque si aplicas demasiada puede llegar a tirar de tu pelo y romperlo.
- Placas basculantes: solucionan el problema de la presión, asegurando la salud de tu pelo. Al moverse con la presión y los movimientos durante el alisado, puedes conseguir con más facilidad ondas y rizos.
Si puedes permitirte gastar un poco más en una plancha con placas basculantes, es preferible. Conseguirás no dañar tu pelo si alguna vez aplicas más presión de la necesaria, pudiendo concentrarte mejor en el alisado en sí. Y además te permitirá hacer ondulaciones si alguna vez lo necesitas.
Si el precio es un problema, las placas fijas en las planchas actuales han mejorado mucho y te servirán perfectamente, aunque necesitarás tener un poco más de cuidado y práctica.
Anchura de las placas
Básicamente encontrarás 3 tipos en el mercado:
- Anchas: al tener más superficie pueden planchar mechones más grandes, ahorrando tiempo. Son recomendables para melenas largas y abundantes.
- Grosor medio: son las consideradas tamaño estándar, presentes en la mayoría de modelos con una anchura de unos 2 – 3 cm. Se adaptan a todo tipo de melenas, de largas a cortas.
- Minis: son las que incluyen las planchas de viaje. Suelen ser más finas y cortas, ideales para ahorrar el máximo de espacio en tu maleta. También se pueden usar de complemento a tu plancha habitual para planchar tu flequillo con más comodidad, o para llevar encima y hacer un retoque fuera de casa.
¿Qué planchas de pelo son mejores? ¿Titanio o cerámica?
El material base de las placas es la cerámica. La mayoría de planchas usan este material, o bien tal cual, o bien con revestimiento de otro tipo. Y además podrás encontrar algunos modelos con placas de titanio.
- Placas de cerámica: son las más utilizadas por la mayoría de fabricantes porque la cerámica transmite muy bien calor aportando mucha suavidad de deslizamiento.
- Placas de cerámica con turmalina: la turmalina es un mineral que genera iones negativos, que se transmiten al pelo mediante el calor de la placa. Con esto se consigue reducir drásticamente la electricidad estática, y aporta un mayor brillo al acabado final.
- Placas de cerámica con queratina: se añade un revestimiento de micronutrientes de queratina a la cerámica, que se activan por calor. Así se aumenta la protección contra el daño en el pelo, y da un aporte de brillo.
- Placas de titanio: el titanio mejora las características de la cerámica: transmiten aún mejor el calor, y se deslizan también mejor. Esto hace que la plancha se caliente antes, sea más fácil de manejar y aumenta la protección contra enganches en el pelo, lo que lo hace ideal para cabellos muy rizados o gruesos. Además suelen durar más.
Incluso las hay con otros añadidos. Por ejemplo esta BaByliss Diamond Slim tiene placas con polvos de diamante:
Dependiendo de tu tipo de pelo, te recomiendo lo siguiente:
- Si tienes el cabello fino, normal o bastante fácil de peinar: una plancha con placas de cerámica te será más que suficiente.
- Si tu pelo es grueso o muy rebelde: busca placas de cerámica con turmalina o de titanio.
- Si sueles usar tinte de pelo: lo más recomendable es hacer tratamiento de queratina, o bien buscar una plancha que la incluya como revestimiento en sus placas.
¿Cuál es la temperatura ideal para planchar el cabello?
La temperatura debe ser la menor posible, teniendo en cuenta que el cabello fino necesita menos calor que el grueso para alisarse.
Si usas tinte, rebaja un poco el calor, porque tu pelo ya de por sí ha sufrido por los compuestos químicos del tinte.
Recuerda secarte previamente el pelo y usar un spray protector del calor.
Elige una plancha que caiga en el rango recomendado para tu tipo de pelo.
- Cabello fino (120º-160º): al ser más delicado, conseguirás el alisado con una sola pasada y a poca temperatura.
- Cabello normal (150º-190º): el cabello normal tiene más resistencia al calor y tendrás que subir los grados. Busca un punto medio que te dé resultados.
- Cabello grueso (180º-200º): necesitarás más potencia, pero no es recomendable pasar de los 200º (solo de forma puntual para algún mechón muy rebelde).
Por lo general, todas las planchas tienen regulador de temperatura. Hay algunas excepciones como las de la marca ghd, que trabajan a una temperatura fija de 185º, lo que no es muy apropiado si tienes el pelo muy fino y delicado.
Planchas para pelo corto
Si tienes el pelo corto te será mucho más rápido el proceso de planchado, y además no necesitarás placas anchas. Con una plancha de tamaño normal como las que recomiendo en este artículo tendrás suficiente.
Electricidad estática
Tras pasar la plancha estaremos cargando el pelo con iones positivos, lo que provoca la conocida electricidad estática, dando como resultado el pelo encrespado.
Las placas emiten, por su construcción, iones negativos para contrarrestar este fenómeno. Pero algunos fabricantes además añaden un ionizador para emitir todavía más y conseguir un mejor resultado: menos encrespamiento, más suavidad y brillo.
Otros detalles
- Tiempo de calentamiento: cuando veas este valor anunciado suele ser el tiempo que tarda la plancha en llegar a su temperatura mínima. Si la enciendes con una temperatura mayor seleccionada, tardará más de lo que indica el fabricante.
- Cable giratorio: incluido en la mayoría de modelos, permite maniobrar libremente la plancha sin que el cable se enrede.
- Apagado de automático: si en algún momento dejas la plancha y te vas sin acordarte de desenchufarla, este sistema la apaga para ahorrar sustos en la factura de la luz (y quemaduras cuando vayas a recogerla más tarde).
- Funda térmica: lo habitual es que los modelos que incluyen funda sea térmica, para que puedas guardarla al terminar de usarla, sin necesidad de esperar que se enfríe. Este complemento es muy útil cuando se viaja o cuando se tiene prisa. A veces es acompañada de un accesorio que encaja en la punta de la plancha una vez cerrada, protegiendo las placas. Algunas fundas pueden además abrirse de forma que hacen función de alfombrilla, para proteger la superficie donde la dejes.